Pongámonos en situación: un día cualquiera en cualquier lugar… un niño se cae y se da un golpe contra el suelo, entonces nos mira y comienza a llorar. ¿Cómo actuamos?

  • Le “ayudamos” diciéndole que el suelo es malo y pegamos al suelo. Pero entonces, ¿qué entenderá el pequeño?
    • Que él no es el responsable sino el suelo…
    • Que la violencia es una buena solución…
  • Tratamos de quitarle importancia “¡venga levanta que no ha pasado nada!”
  • Despistarle para que piense en otra cosa o
  • Hay quien incluso le echa la bronca “ala ya te has caído, ¡te lo tienes merecido por no tener cuidado!”

Ahora piensa por un momento que algo de esto te sucede a ti. Vas caminando por la calle, das un mal paso y caes al suelo dándote un golpe tremendo. Entonces tu pareja, que te acompaña, te dice “¡ala eso te pasa por no andar con cuidado!” o “¡venga levanta que no ha pasado nada!”. ¿Cómo te sentirías? A menudo se nos olvida que debemos tratar a los niños con el mismo respeto que a los adultos…

¿Cómo debemos actuar entonces?

Cuando un niño se ha dado un golpe o se ha caído, lo que le puede ayudar es lo siguiente

  • Preocuparnos por lo sucedido: ¿estás bien?, ¿necesitas ayuda para levantarte?
  • No juzgar su dolor. Él sabrá si le duele o no y cuanto. Podemos preguntarle: ¿te duele? ¿puedes mover el pié?
  • No reprimir el llanto. Si necesita llorar, que lo haga. Tiene derecho a hacerlo y además le ayudará a descargar la tensión.
  • Preguntarle qué ha ocurrido o si es muy pequeño ayudarle en la narración: “vaya, no has visto replica rolex watches ese agujero, has metido el pié y te has caído al suelo golpeándote las manos y las rodillas”
  • Comentar también qué debería hacer la próxima vez para que no le vuelva a suceder : ”ahora iremos mirando mas al suelo mientras caminamos”
  • Comprensión: “vaya eso tiene que doler bastante”

No podemos hacer que el dolor desaparezca, pero sí aprovechar todas las situaciones para dar mensajes positivos a nuestros niños y que se sientan respetados.